miércoles, 3 de enero de 2024

Ensayo sobre la culpa (en proceso)

Estoy de vacaciones y siento culpa: de tener pendientes; de no cumplir los planes; de no hacer ejercicio y dieta; de no leer; de no escribir; de no bailar; de no actuar; de no estar escribiendo y signo puntuando esto bien; de no haberme tomado el IRN; de no ser constante con todos mis medicamentos....

Algunas preguntas:

¿de dónde vienen mis culpas? 

¿se puede vivir sin culpa?

Intentemos dar directrices de respuesta a lo primero. 

Pues no, no soy católica. No se justifica desde el mito del pecado original mi culpa. Tampoco tuve padres que me educaran en esa o en alguna idea en particular y reforzadamente. Mis padres solo me enseñaron la libertad. Pero sí identifico dos grandes ideologías que pudieran estar ahí sofocándome y que son inculcadas, inyectadas, por la sociedad (importante aquí pensar sobre el Estado); por el sistema económico:

  • Estéticas hegemónicas sobre el cuerpo. Hay que ser delgada, y atlética aunque no mucho porque se puede ver eso masculino. 
  • La demanda absoluta de productividad del mundo moderno. Hay que hacer números. ¿Han visto cómo los académicos modernos destacan por el número de citas que tienen? Patético. 
  • La conciencia de mi déficit de acción frente a las desigualdades sociales. Pienso en mis papás y mis hermanos mientras vivo a mis anchas en un lindo departamento. 
  • Mi alterego demandando ser. Ese piensa que puedo ser gran nadadora, al menos nadar cada tres días un kilómetro; que puedo en 2024, en pleno proceso electoral postular a un doctorado al mismo tiempo de mantener inalterada mi vida social. Bueno, no es que tenga "la gran" vida social pero sí disfruto mucho al menos una vez por semana tener una interacción física con alguien. Y bueno seguir constante en mi club de cine (que hasta ahora es un fracaso) mi coordinación del blog Desde Mujeres; mis más de 20 libros a medio leer que tengo o tenía en mis mesitas de noche; y un largo etcétera sin mencionar que lo más importante es mi trabajo como profesora y que ello sí tiene toda mi prioridad, incluso a veces encima de mi salud, pero aclaro que eso es, y aquí lo tienen CULPA MÍA.
En fin, solo diré como Montesquieu, pues así lo cree que mi alter ego, que también soy pintora. (La referencia a esto está en el prefacio al Espíritu de las leyes y que es, por cierto, mi siguiente tatuaje. 

Pudiera seguir horas escribiendo sobre los rastros de mis culpas. Pero vamos a lo segundo y qué me parece más vital indagar. ¿Es normal vivir con culpa? ¿Es algo inevitable de la condición humana? Una nueva línea de investigación abierta para esta servidora.

¿Es posible vivir sin culpa?

Solo hablaré desde mi experiencia. Es posible vivir sin tener culpa por no generar cantidades inmorales de dinero. Afortunadamente no me importa el dinero más que para lo vital. No se puede vivir en armonía si no se tiene dinero para pagar la renta o tener el pan de cada día. 


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