jueves, 5 de diciembre de 2013

Las reformas político electorales en México, la anhelada Torre de Babel…



En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron.  Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego.» Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla.  Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra

Génesis 11:1-4

Más allá de las cuestiones jurídicas y técnicas, me parece que el problema de la reforma política, aprobada ya prácticamente por ambas cámaras del Congreso de la Unión, es el retroceso, o más bien, el eterno olvido o desconocimiento de lo que significa la legitimidad, la construcción de confianza o el desarrollo de la cultura cívica. El problema jamás observado de la superestructura, del agente, de la conciencia, de la autonomía, del ejercicio pleno de la libertad.

Sí,  ahora el nuevo INE, “podrá” hacer o no hacer distintas cosas dentro del ámbito federal y local, habrá reelección legislativa y nulidad de la elección por rebase de topes de gastos de campaña. Habrá nuevos consejeros “puros e inmaculados”, no sólo en el centro del país, sino en todos los estados.  Sin embargo, desde mi punto de vista, estas complejidades técnicas (ni siquiera el cambio de nombre) representan en sí mismas el problema de fondo. Cada reforma política, cada ocurrencia llevada a cabo por los legisladores ha sido aplicada eficazmente por los consejeros ciudadanos en turno y por el cuerpo de profesionales que integran el servicio profesional electoral. Asimismo, cada jornada electoral ha sido llevada a cabo por todos los ciudadanos que votan y que fungen como funcionarios de casilla.

Por ejemplo, la reforma en materia de comunicación política fue aplicada eficazmente. Es un hecho innegable que los spots son pautados y efectivamente transmitidos bajo los tiempos del Estado en cada una de las estaciones y canales de radio y televisión del país. Sin embargo, la presa construida se desbordó en las rechazadas campañas de spotización y en un mercado negro para la compra de otros formatos de radio y televisión.

El problema de fondo con esta nueva reforma, estriba en que se tira prácticamente a la basura todo el trabajo logrado a lo largo de 22 años, no sólo para organizar las elecciones, sino para generar y construir real legitimidad y confianza en la renovación de los poderes públicos, tarea lamentablemente jamás lograda a plenitud. Pero pocos se ocupan de ello.

Desde mi punto de vista los legisladores no supieron cuando era el momento de parar, de dejar de diseñar la estructura que tendría que sostener a la democracia. Dejar de intentar construir la Torre de Babel que sólo ha traído, como su nombre lo indica confusión.  

Cada proceso electoral, se tenía que implementar un nuevo diseño, una nueva ingeniería para que “ahora sí” fueran completamente confiables las elecciones. Para que todos estuvieran tranquilos. La raíz del árbol en cada proceso electoral quiebra la banqueta diseñada por los legisladores, y no se dan cuenta que lo que necesita el árbol no es una mejor banqueta, sino dejarlo crecer sin tantas ataduras, sin tantas limitaciones.

La democracia de este país es tratada como un joven que tiene que rebelarse porque sus padres no lo dejan hacer absolutamente nada. Cada vez que el joven intenta huir del encierro de sus padres, de lograr alcanzar su felicidad por otras vías, los padres ponen más candados a las puertas de la casa para evitar que el rebelde se salga de nuevo, y lo que no pueden ver, es que el joven siempre será más astuto que los padres para ser libre…. Lo peor es que ahora también pretenden corregir a quienes ni siquiera son sus hijos, invadiendo la soberanía de cada entidad federativa.

Lo que quiero decir es que no sabemos en este país como resolver la cuestión pedagógica para la construcción de ciudadanía, no sólo de ciudadanos en sentido estrictico, sino de todos los ciudadanos en sentido amplio: partidos políticos, medios de comunicación e incluso de los mismos legisladores. Hemos construido a lo largo de 22 años una democracia sin interesarnos en construir demócratas para que la habiten, pero seguimos creyendo que el problema es la democracia, la forma en cómo la hemos construido desde el pacto fundacional de la república federal. No nos hemos ocupado de los demócratas, no hemos puesto atención en ellos. Nosotros mismos somos más y más intolerantes y autoritarios al no dejarnos realmente escuchar al otro.

Hoy los legisladores destruyeron la casa de la democracia, la cual por cierto tenía todos los candados que alguien pudiera imaginar, para evitar que sus supuestos rivales, y en realidad hermanos antes que hijos, se escaparan de ella para crear una “supuesta mejor fortaleza”.

¿Acaso no les parece extraño que las mejores democracias del mundo dejen incluso la puerta abierta de la democracia? ¿No les parece extraño que a diferencia de México, la casa de la democracia en otros países ni siquiera está construida con cemento, sino con papel? ¿o que incluso es sólo una casa imaginaria?

Me parece que ninguno entendemos o podemos comprender la verdadera razón por la cual se decidió llevar a cabo esto. ¿Corrupción en los institutos electorales locales? ¿Dónde están las pruebas? ¿Qué hay en el fondo?

El nuevo INE no resolverá por sí mismo el problema de confianza y legitimidad jamás lograda a cabalidad en este país aunque pueda organizar a la perfección todos los procesos electorales federales y locales si no paramos en construir esta absurda fortaleza. Mucho menos si no se construyó con el consenso de todos los partidos políticos. Se construyó y  se encerró en la nueva fortaleza de la democracia a 5 de 7 de sus habitantes. El interés de uno es completamente incierto, el interés del otro parece ser un factor completamente económico, los otros ni siquiera saben que están obligados a vivir en ella.

En fin, veintidos años intentó una institución consolidar la democracia en México buscando cerrar el vicio de la desconfianza e intentando dotar de legitimidad a los representantes del derecho originario de soberanía. Ahora para intentar lograr de nuevo algo similar, tendremos que esperar a que vuelva a quedar la casa tan anhelada otra vez edificada. Tendremos que esperar a ver si un día podemos contemplar la Torre de Babel por encima de las nubes…

¿por qué seguir?

¿por qué seguir? si no te matan, te queman o te cortan la cabeza te hacen mierda  te infaman, te injurian, te hacen una comedia  tus propios...