Ahí la urgencia pierde lo urgente
lo normal es el dolor
y es que somos tantos...
fracturados por el deporte o por la vida
ancianos que se caen
atropellados
los que aman reñir
una mujer con el ojo cerrado
con la idea del amor derrumbado
el niño que no para de gritar
estirados en camillas
listos para cirugías
todos formados
esperando alcanzar la redención
si su accidente ya no es urgente
mucho menos el comer, el sentir, el amar
los familiares observan el tablero
algunos leen
quizá otros rezan
otros en TikTok
de repente el llamado resulta milagroso
la urgencia no urgente obliga al paciente a ser paciente
y la urgencia por vivir puede continuar